jueves, 15 de diciembre de 2022

Al club de los "Quizás existe Dios": no creo ni descreo

Allá por el barrio rural cubano done nací, escuché a mucha gente decir: Yo no creo ni discreo(descreo, según la RAE), para referirse a su neutralidad sobre su creencia en Dios. Esos mismos en situaciones de desastre decían "Gracias a Dios no pasó lo peor" o "Dios me ayude", a la hora de enfrentar un reto. Si has llegado hasta aquí y te identificas con el club de los "Quizás existe Dios" te resumo en 5 puntos mi experiencia pasada durante la estancia en el club:

  • Clama a él en la adversidad: En tu momento más oscuro, clama a Dios. Puedes ponerte de rodillas o alzar tus manos, fuerzas e ideas vendrán del cielo. Creer en Dios no significa de ninguna manera ausencia de problemas, sino que sean cuales sean tus circunstancias él estará ahí para acompañarte.
  • Cultiva tu amor: Ser cristiano representa un modo de vida, vivir como Cristo, con amor. Amar al prójimo como a ti mismo. Una pequeña acción ayudando a un necesitado, cambiará definitivamente tu vida.
  • Cultiva tu fe: Intenta leer algún versículo de la biblia cada día. Acercarse a la palabra de Dios se convierte en un recurso importante para tomar sabias decisiones. Hay apliccaiones móviles que distribuyen un  Versículo del día o un Devocional diario. Dice la biblia:  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
  • Visita algunas iglesias cristianas: Existen muchas denominaciones y creencias en este mundo, sin embargo el nacimiento de Jesús hace 2000 años fue un punto de viraje en la historia y es la verdadera razón de la navidad. ¿Por qué un nacimiento cambiaría tan radicalmente la historia?  Lo más probable, sin embargo, es que tu aceptación a Cristo como Señor y salvador no ocurra dentro de las paredes de un edificio(Dios más cerca de lo que crees, lea el próximo capítulo). En la iglesias encontrarás otros cristianos, puntos de vistas, estudios bíblicos, que definitivamente te harán crecer y aclararán tus dudas. Puedes visitar varias, sin compromiso, y con buen juicio puede que te sientas cómodo (o no), en alguna.
  • Mantén la puerta abierta: Cuando mis amigos me hablaban abiertamente de aceptar a Dios, yo les decía: "ese brillo en los ojos que tienes cuando hablas de Dios, no lo siento así. Espero un día poder experimentar esa auténtica alegría". Dios te tocará a la puerta, mas el picaporte para abrir está de tu lado, así que no temas, la decisión de que entre en tu vida siempre será tuya.


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sábado, 12 de marzo de 2022

La herencia de la tía Cada: con FE y si dudar


En Baire, un pueblito cubano, ha partido a la eternidad este 12 de marzo de 2022 mi última tía abuela. 106 años. Leocadia Frómeta Popa era su nombre pero todo el mundo le decía Cada.  De pequeña me preguntaba por qué era la única de su larga prole de hermanos que creía única e incondicionalmente en Jesús como Dios y salvador. Su fuerza para luchar contra la adversidad motivaba a todos. "El día que me casé con Aurelio amanecimos con 10 centavos", me decía. Luego levantaría una casa y una familia de 7 hijos, luchando además con una enfermedad difícil del esposo. Sus  testimonios de fe eran impresionantes, y su ayuda al prójimo para atravezar los problemas, aun más.

Cantaba himnos mientras hacía sus quehaceres, o después del almuerzo cuando nos visitaba. Especialmente recuerdo dos himnos: Lluvia de gracia y Él cuidará de mí.

¡Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si El cuida de las aves,
Cuidará también de mí!

El día que reconocí a Jesús como el único Dios y mi salvador, unos años después, y sentí esa inundación de luz, supe que la tía Cada fue de las primeras que abrió ese camino para mí. En esa película en retrospectiva tuve la respuesta a aquella interrogante de la niñez. Y cobró sentido la frase "Con fe y sin dudar, como dice tía Cada" (Santiago 1:6-8) que me subrayó mi madre antes de entrar al salón de operaciones en 2009.

Hace menos de un año, me llamaron con videoconferencia desde Santiago de Cuba, literalmente para que me despidiera de ella. Eran casi las 2 de la mañana en Berlin, 8:00 pm en Cuba. Tía Cada llevaba tres días que no abría los ojos. Después de hablar un poco sobre cómo había estado le pregunté a Caridad(su hija) y a Lisset una de las nietas, que tomaron la responsabilidad de cuidarla y honrarla en sus últimos años, si  se sabían el himno cuyo estribillo llega a mi mente en muchos momentos de mi vida. Ellas buscaron el himnario de la tía y lo cantamos juntas, con mucha emoción. Les pedí que por favor me enviaran la letra para tenerlo completo y terminamos la llamada. Al día siguiente mi prima me escribió y me dijo que después de yo colgar, siguieron cantándole sus himnos favoritos y que tía Cada, aun con sus ojos cerrados, levantó sus manos al Cielo, señal para los cristianos de que nos postramos con FE a los pies de Cristo. Desde ahí comenzó a recuperarse nuevamente.

El cielo está de fiesta hoy, aunque a mi corazón le duele no haber tenido otro abrazo, otro dulce de toronja (el más exquisito que yo haya probado), me quedo con su bendición, con su amor, con la charla con 104 años  tan fresca como si tuviese 60.

Hoy escribo para nuestra inmensa familia: abramos el corazón a Cristo, darle la oportunidad de que esté en nuestra vida, y nuestra fe se fortalecerá cada día, ese es el más lindo legado de AMOR, FE y SALVACIÓN que nos ha dejado la tía Cada.

El día que sentimos con convicción y FE esta oración, estamos dejando entrar a Cristo en nuestra vida.

Señor Jesús: Yo reconozco que te necesito, que tú moriste en la cruz por mi salvación. Te pido perdón por todos mis pecados. Te abro las puertas de mi corazón, te entrego mi vida, entra en mí, te acepto como mi Señor y Salvador. Límpiame con tu sangre preciosa. Escribe mi nombre en el libro de la vida y que nunca más sea borrado. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea según tu propósito. En el nombre de Jesús ¡AMÉN!