Mi resumen de lo mejor del 2015 va en una sola frase: Haber sentido a Dios en mi vida como nunca antes. Lo siento como casa, protección, confidente y guía.
Siento el gozo de su presencia en mi vida, esa luz que es puro amor que me ha iluminado el camino aún en las más cerradas oscuridades.
Por todas las bendiciones recibidas en este 2015 GRACIAS, Dios mío. Riega tu bendición sobre la humanidad entera. Yo sigo bajo tu manta en el 2016 y que así sea hasta el fin de mis días.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
viernes, 27 de noviembre de 2015
Dando gracias a Dios
El ser agradecidos con lo que tenemos, en saludar las buenas energías que nos rodean la vida es el primer acto humano.
Un día de estos me desperté con mucha ansiedad en mi pecho. No atinaba siquiera a suplicarle a Dios me quitara aquella angustia de querer ir por más y no saltar los límites de lo alcanzable con suficiente rapidez. Tienes claro lo que quieres de la vida? Qué haces para lograrlo?
De cada evento de inconformidad el humano busca las soluciones que le hacen regresar la vida a un estadio de tranquilidad emocional en lo que avanza hacia el gran objetivo. Pero en cada paso hacia la meta que esté el disfrute, que esté la tranquilidad, que esté el amor y el sosiego.
Me puse a hablar con Dios. Mi primera palabra para él: gracias. Y sentí mis humos y mis desafueros bajando el niverl que me mantenía nublada la mente. El mundo no es la casa azul que sonnamos una vez de pequennos. Es mucho más complejo. Pero no te puedes detener, es muy deleitable y la belleza y la seguridad vienen de dentro de ti.
Seguir y seguir, con la tranquilidad del agradecimiento en el corazón, agradecida por siempre ir ascendiendo deforma evolutiva en la vida que me ha tocado vivir.
Un día de estos me desperté con mucha ansiedad en mi pecho. No atinaba siquiera a suplicarle a Dios me quitara aquella angustia de querer ir por más y no saltar los límites de lo alcanzable con suficiente rapidez. Tienes claro lo que quieres de la vida? Qué haces para lograrlo?
De cada evento de inconformidad el humano busca las soluciones que le hacen regresar la vida a un estadio de tranquilidad emocional en lo que avanza hacia el gran objetivo. Pero en cada paso hacia la meta que esté el disfrute, que esté la tranquilidad, que esté el amor y el sosiego.
Me puse a hablar con Dios. Mi primera palabra para él: gracias. Y sentí mis humos y mis desafueros bajando el niverl que me mantenía nublada la mente. El mundo no es la casa azul que sonnamos una vez de pequennos. Es mucho más complejo. Pero no te puedes detener, es muy deleitable y la belleza y la seguridad vienen de dentro de ti.
Seguir y seguir, con la tranquilidad del agradecimiento en el corazón, agradecida por siempre ir ascendiendo deforma evolutiva en la vida que me ha tocado vivir.
martes, 29 de septiembre de 2015
El Papa Francisco: un hombre de los que cambian el mundo
La reciente visita del Papa Francisco a Cuba y posteriormente a Estados Unidos hizo que mis ojos se detuvieran un momento sobre este singular Papa. Vale aclarar que aún cuando tengo muy clara la existencia de el Dios todo poderoso que guía nuestras vidas nunca he sido practicante de ninguna religión específica pues sigo centrándome en esa fuerte concepción humanista de la religión del amor al prójimo.
La historias de todas las religiones están llenas de conductas que en algún momento fueron condenables, y sigo estando de acuerdo con algo que leí alguna vez juzgar el pasado con las vivencias del presente no siempre es válido pues la tierra evoluciona. Y conocer un mínimo de historia antigua -sazonada con lo que luego fue esta iglesia en la Cuba revolucionaria, lo real o lo incierto desde una perspectiva u otra- me dejaban cierto recelo respecto a la iglesia católica.
Lo cierto es que de las cualidades del actual pontífice ya había tenido referencias de que estaba emprendiendo un camino más humanista que sus predecesores. Su risa desenfadada, herencia latina, bien alejada de la sobriedad europea, su apego hacia la humildad, fueron otras de las piezas que iba colocando en mi rompecabezas antes de este viaje que me mostró en toda su extensión el gran hombre humanista, inteligente, temeroso y amante de Dios que es el Papa Francisco.
Una amiga, una de las almas que Dios puso en mi camino hasta él y que profesa la religión protestante, me escribió un correo toda emocionada. Mi amiga fue tocada en lo más profundo de su ser por el decir y hacer del Papa en este periplo histórico, aun cuando no es su líder espiritual. Francisco supo llevar a todos lo que es la base de todas las religiones: el amor al prójimo, a la vida, al bien sobre el mal, a la paz, a la justicia...
En este viaje papal enlazó físicamente dos países con más de 50 annos de desentendimiento y que gracias a la gestión personal del pontífice están renovando sus votos de diálogo constructivo. Ya eso es por sí solo es un hito para la historia. Después de leer los discursos del Papa -que abordaron con una inteligencia irrebatible los temas más espinosos y sangrientos de la humanidad- primero ante el Congreso Estadounidense y luego ante Naciones Unidas, tuve la absoluta certeza de que hay hombres que en verdad pueden cambiar el mundo. El Papa Francisco, sin dudas, es uno de ellos.
La historias de todas las religiones están llenas de conductas que en algún momento fueron condenables, y sigo estando de acuerdo con algo que leí alguna vez juzgar el pasado con las vivencias del presente no siempre es válido pues la tierra evoluciona. Y conocer un mínimo de historia antigua -sazonada con lo que luego fue esta iglesia en la Cuba revolucionaria, lo real o lo incierto desde una perspectiva u otra- me dejaban cierto recelo respecto a la iglesia católica.
Lo cierto es que de las cualidades del actual pontífice ya había tenido referencias de que estaba emprendiendo un camino más humanista que sus predecesores. Su risa desenfadada, herencia latina, bien alejada de la sobriedad europea, su apego hacia la humildad, fueron otras de las piezas que iba colocando en mi rompecabezas antes de este viaje que me mostró en toda su extensión el gran hombre humanista, inteligente, temeroso y amante de Dios que es el Papa Francisco.
Una amiga, una de las almas que Dios puso en mi camino hasta él y que profesa la religión protestante, me escribió un correo toda emocionada. Mi amiga fue tocada en lo más profundo de su ser por el decir y hacer del Papa en este periplo histórico, aun cuando no es su líder espiritual. Francisco supo llevar a todos lo que es la base de todas las religiones: el amor al prójimo, a la vida, al bien sobre el mal, a la paz, a la justicia...
En este viaje papal enlazó físicamente dos países con más de 50 annos de desentendimiento y que gracias a la gestión personal del pontífice están renovando sus votos de diálogo constructivo. Ya eso es por sí solo es un hito para la historia. Después de leer los discursos del Papa -que abordaron con una inteligencia irrebatible los temas más espinosos y sangrientos de la humanidad- primero ante el Congreso Estadounidense y luego ante Naciones Unidas, tuve la absoluta certeza de que hay hombres que en verdad pueden cambiar el mundo. El Papa Francisco, sin dudas, es uno de ellos.
jueves, 14 de mayo de 2015
El toque mágico de Dios en mi vida
Siempre he sido una mujer de mucha fe. Siempre he dicho que tengo un camión de fe, con dos o tres remolques para repartir. De pequeña oí de boca de mis abuelos y vecinos muchos testimonios de la fe profunda en Dios. Y se respiraba en el aire la devoción familiar por la Virgen de la Caridad del Cobre patrona de Cuba, con la historia más conmovedora de mi abuela prometiéndole que si ninguno de la familia que estaban 'alzados' en la manigua moría en la guerra, irían al Santuario del Cobre a pie. Ninguno murió y fueron.
La guía espiritual de mi madre, con un sentido muy agudo de la vida y con una confianza en Dios sin límites, me hizo apoyarme en la biblia en más de un momento crucial de mi vida para buscar su mensaje sobre una situación derterminada. El método muy sencillo: pedirle a Dios con absuluta confianza un mensaje, abrir al azar una página de la biblia, e interpretar lo leído según la situación.El método si bien es cierto que a veces hay que repetirlo pues no siempre lo que se lee es adaptable a la situación, ha tenido una efectividad del 100% en mis situaciones límites.
Durante la universidad al compartir con amigos y familiares que habían aceptado a Dios como su pastor yo escuchaba en sus palabras una emoción y tranquilidad que nunca les había visto en los ojos. Cuando me predicaban solo les decía: 'Yo no soy hipócrita no te puedo decir que acepto a Dios con todo mi corazón, que siento ese desbordamiento de felicidad que veo en tus ojos, porque no lo siento'. Pero seguidamente les decía: 'Yo no pierdo la esperanza de que Dios toque mi corazón, de esa forma casi mágica en que te sientes total y absolutamente protegido, feliz'.
Pero Dios se encargó de irme poniendo pruebas difíciles. Cada vez yo recurría a él. Y él me respondía, me halaba del precipicio. Me fue rodeando de gente que lo amaba: mis dos peluqueras de los últimos 7 años mientras trabajaban le hablaban de Dios a sus clientas, otras amigas más cercanas aceptaron a Dios. Yo estaba con mi corazón abierto pero esa sensación de aceptación plena no ocurría.
Hace algun tiempo viviendo en un país extranjero y con muchos planes en la cabeza me puso de nuevo al borde mismo del precipicio. El todo o el nada se decidía en cuestión de minutos. Antes de salir de la casa con toda humildad había pedido a Dios su ayuda en el trámite que iba a realizar pues había alta probabilidad de que fuera rechazado. Pero Dios ese día mandó a un ángel a aquella oficina estatal. Un ángel que me explicó con una inusual amabilidad, y contra las reglas, cómo debían hacerse las cosas.
Cuando el trámite estuvo concluido, le di la mano al ángel y le agradecí con palabras emocionadas por todo. Al tocar aquella mano empecé a llorar y no pude contener mi llanto ahogado en un mar de lágrimas caminando hasta la casa. Yo sentí ese día que era el toque mágico de Dios en mi corazón, para consolidar esa confianza y amor pleno que solo les da los que elige como hijos. La hora de Dios en mi vida había llegado.
La guía espiritual de mi madre, con un sentido muy agudo de la vida y con una confianza en Dios sin límites, me hizo apoyarme en la biblia en más de un momento crucial de mi vida para buscar su mensaje sobre una situación derterminada. El método muy sencillo: pedirle a Dios con absuluta confianza un mensaje, abrir al azar una página de la biblia, e interpretar lo leído según la situación.El método si bien es cierto que a veces hay que repetirlo pues no siempre lo que se lee es adaptable a la situación, ha tenido una efectividad del 100% en mis situaciones límites.
Durante la universidad al compartir con amigos y familiares que habían aceptado a Dios como su pastor yo escuchaba en sus palabras una emoción y tranquilidad que nunca les había visto en los ojos. Cuando me predicaban solo les decía: 'Yo no soy hipócrita no te puedo decir que acepto a Dios con todo mi corazón, que siento ese desbordamiento de felicidad que veo en tus ojos, porque no lo siento'. Pero seguidamente les decía: 'Yo no pierdo la esperanza de que Dios toque mi corazón, de esa forma casi mágica en que te sientes total y absolutamente protegido, feliz'.
Pero Dios se encargó de irme poniendo pruebas difíciles. Cada vez yo recurría a él. Y él me respondía, me halaba del precipicio. Me fue rodeando de gente que lo amaba: mis dos peluqueras de los últimos 7 años mientras trabajaban le hablaban de Dios a sus clientas, otras amigas más cercanas aceptaron a Dios. Yo estaba con mi corazón abierto pero esa sensación de aceptación plena no ocurría.
Hace algun tiempo viviendo en un país extranjero y con muchos planes en la cabeza me puso de nuevo al borde mismo del precipicio. El todo o el nada se decidía en cuestión de minutos. Antes de salir de la casa con toda humildad había pedido a Dios su ayuda en el trámite que iba a realizar pues había alta probabilidad de que fuera rechazado. Pero Dios ese día mandó a un ángel a aquella oficina estatal. Un ángel que me explicó con una inusual amabilidad, y contra las reglas, cómo debían hacerse las cosas.
Cuando el trámite estuvo concluido, le di la mano al ángel y le agradecí con palabras emocionadas por todo. Al tocar aquella mano empecé a llorar y no pude contener mi llanto ahogado en un mar de lágrimas caminando hasta la casa. Yo sentí ese día que era el toque mágico de Dios en mi corazón, para consolidar esa confianza y amor pleno que solo les da los que elige como hijos. La hora de Dios en mi vida había llegado.
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